5/9/09

Sinceramente no se si escuchas ese vacio. El sentirse mal. El apagarse con nada. Resoplar en un cenicero y desparramar la ceniza por la mesa. Incluso en tu nariz. Una mota. Es gracioso, pero es papel quemado que desaparece al tocarte y te deja un color a ollín gris en la cara, como mi humor.
Cambias el color con cada nueva estación, ya no sé si entenderte o hacer cómo que no escucho. Sé cuando observas, no sabes cuántas cosas sé, ni cuanto desconoces que desconozco. A veces me pierdo entre la cantidad de dedos que me sobran al contar, porque no sé nada y a la vez sé mucho.
Soy más de septiembre que casi de cualquier otro mes, porque octubre me gusta demasiado, y te vuelves marrón pastel, como los fulares en tu cuello. Soplas el café caliente y salpica una gota en tu cara. Incluso en tus pestañas. Es gracioso, pero es como una lágrima y un adios. Suena como el invierno. Allí ya no sé que pasa, demasiado frío. Quizás me sobren abrigos, que no amigos, por no mencionar que me sobran recuerdos y me faltan palabras.
O igual me faltas tú.
Lo sabré cuando aparezcas

3 comentarios:

Mximo dijo...

joder dibujas de puta madre.

jorge dijo...

yo opino lo mismo, nose que est´´a haciendo por ahí, pero podría venir a salvarme los domingos de una maldita vez

un beso!

mcd dijo...

Llevo leyendote bastante y un de las cosas que me atrapa de ti, es sin duda la manera como te diriges a los lectores, nos conviertes en protagonistas de tus cuentos "(tu) escuchas ese vacio,(tu)observas"
Parece que te estan hablando a ti y eso engancha.
Ademas un gran texto.
besos