24/2/09

Una carta


Las cartas son un vínculo que compartes con alguien más. Hay cartas y cartas. Muchas las escribes y no las llegas a enviar, no sabes bien porqué. Siempre he creído que cuando escribes algo, por muy personal que sea, en el fondo, sientes la necesidad innata de que ese algo es para alguien. Que, aunque reprimas entre vergüenzas y sentimiento de lo que para uno es propio, quieres que sea leído.
A veces, bueno, demasiadas veces, se escribe aquellas cosas que un día no supiste decir. Todo lo que se te pasa por la cabeza en forma de imágenes y escenas perfectas donde te acompaña el don de la palabra. Pero simplemente son sueños que no puedes recrear en la realidad, y nos abstraes.
Una dirección y un remite. Un sello, unas cuantas cosas, y una letra curvada hacia la derecha, con las líneas torcidas hacia arriba, porque escribir es imaginar, e imaginar es poner una cara a ese sueño.
Me carteé por primera vez con un amigo de la playa, Jéremy de Paris. Me acuerdo que le mandé un dibujo de bart simpson que copié de un libro que tenía, me mandó en respuesta una carta escrita en francés con un boceto de mi nombre hecho a lápiz. Con los cambios de sitio, y antes de meterme en las nuevas tecnologias, me pasé años y años escribiendo cartas a mis amigos. Era un vinculo mucho más cercano que recibir un toque o un sms al movil. Mas cercano que una llamada y más distante que pasar una tarde en un césped, pero me confortaba.
Ha pasado bastante tiempo y aun sigo escribiendo alguna carta de vez en cuando. Releo las antiguas y me doy cuenta de que las cosas cambian, lo que se escribe, lo que no se escribe, lo qeu se quiere decir y lo que al final no se dice. Te reprochas por mandar una carta que no tuviste que mandar, y esperas algún día mandar otra.

1 comentario:

Lidón B dijo...

hay cartas que hay que mandar por carta, nada de email. Siempre es más íntimo. Yo sigo mandando cartas, poquitas, pero las que dicen cosas importantes!!!