desiría

Eres bastante vulnerable al teléfono. Siempre coges boli y papel, o servilleta y empiezas a hacer garabatos. Estos garabatos se traducen en flechas, rayas, números sin sentido,nombre, rellenar los espacios de la O, la e...y hacer cubos y esferas. Rayarlos y empezar a llenar un papel en blanco con un montón de tonterias que no sabes muy bien a que vienen. Todos lo hacemos, y el caso es que forma parte de nuestro subconsciente, nervioso e inquieto. Después de marear el bolígrafo, lo suyo es coger el papel. Si, siempre agarras el papel, y lo doblas, lo rompes, lo haces trocitos y de esos trocitos luego montoncitos. Cuando tienes repartidos tus montones de cosas sin sentido ya te has perdido en la conversación. Si llegas a tal extremo es que o bien te pudo la voz quebrada, o es que realmente era otro día de esos en los que simplemente no te apetecia hablar. La verdad es que no lo sabes, pero coges uno de los montones, el primer papelito. Todo producto del azar. Ahí tienes, una A en letras mayúsculas que interseca con una raya, y un trozo de algo que no sabes. Es como una de esas historias donde sólo podias leer el párrafo anterior y tenias que continuar la cadena, entonces te ries porque no sabes bien como seguir el hilo de la conversación. Te sientes un poco distanciada y no te quieres perder aun más. A lo mejor porque ya no te queda más papel, o porque se cayó el bolígrafo al suelo, o porque ese montoncito no te gusta, o porque ahora estás dentro, o porque simplemente escuchas una sonrisa a través del teléfono, te arrancas y dices que hoy también fue un día horrososo para tí. Pero da igual, prosigues, sonries. Mañana puede ser muy diferente, de hecho, te mantendrás alejada de un papel y un boli la proxima vez que suene tu teléfono.